Signos y síntomas del climaterio/ menopausia

      Con el término de Síndrome Climatérico se describen una serie de síntomas que se asocian al climaterio. Este síndrome se origina de la interacción entre factores endocrinos, socioculturales y psicológicos:
a)      Disminución de la actividad ovárica con la consecuente deficiencia hormonal, causante de síntomas tempranos (sofocos, vaginitis atrófica) y tardíos, relacionados con los cambios metabólicos que ocurren en varios órganos diana (osteoporosis, arteriosclerosis).
b)      Factores socioculturales determinados por el entorno de la mujer (modo de vida, hábitos, obesidad, etc.).
c)      Factores psicológicos, resultado del carácter individual de cada mujer, por lo cual determinadas condiciones podrían exacerbarse al entrar en el climaterio, tales como nerviosismo, cefaleas, irritabilidad, depresión y disminución de la libido.



CORTO PLAZO

Alteraciones neurovegetativas (inestabilidad vasomotora).
Sofocos, Sudoración, Palpitaciones, Parestesias, Náuseas, Cefaleas, Insomnio.



Alteraciones psicológicas.
Labilidad emocional, Nerviosismo, Irritabilidad, Estado anímico depresivo, Disminución libido.




MEDIO PLAZO

Síntomas de atrofia urogenital.
Sequedad vaginal, Dispareunia (relación sexual dolorosa), Disuria, Polaquiuria, Incontinencia urinaria.

Trastornos dermatológicos.
Atrofia de piel y faneras (pelos, uñas, callos…).


LARGO PLAZO
Osteoporosis,
Enfermedad cardiovascular.

Figura 1. Signos y síntomas a corto, medio y largo plazo
  1. A CORTO PLAZO:
§  Alteraciones neurovegetativas: sofoco.Es la sensación repentina y transitoria de calor de intensidad variable, en la cara, el cuello y el tórax, acompañada de enrojecimiento cutáneo y frecuentemente asociada a sudoración2.
Es el síntoma más frecuente y característico del climaterio ya que más del 75% de las mujeres postmenopáusicas lo experimentan durante los primeros años; sin embargo puede manifestarse durante la premenopausia temprana.
Los sofocos se pueden objetivar a través de diferentes parámetros como la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la temperatura y conductancia cutánea.
Una proporción importante de síntomas vasomotores ocurre durante la noche, interrumpiendo con frecuencia el descanso de la mujer, provocándole cansancio e irritabilidad.
En ocasiones, estos episodios se desencadenan por un cambio de temperatura ambiental, por estrés, al comer o al ingerir alcohol… aunque la mayoría de las veces ocurre sin ningún desencadenante previo, incluso estando en reposo. Las mujeres afirman que sienten una sensación desagradable antepuesta a una sofocación.
Actualmente, la explicación más aceptada del mecanismo de las sofocaciones es que se deben a los decrecientes niveles de estrógenos. De modo intermitente se produce, por razones desconocidas, una desviación de la temperatura establecida en el hipotálamo, de modo que hay una percepción errónea de que el cuerpo está más caliente de lo que en realidad está. El organismo entonces, activa sus mecanismos de dispersión de calor, originándose la sofocación”3.           
§  Alteraciones psicológicas. Hoy día no existe un acuerdo sobre las causas que provocan estos trastornos psicológicos pues podrían deberse a la disminución de la producción de estrógenos pero otras fuentes proponen que son totalmente independientes a la menopausia, y pueden ser derivados de la personalidad de la mujer, relacionados con su entorno sociocultural, con factores biológicos, etc.
                  Las alteraciones psicológicas a las que nos estamos refiriendo son pérdida de memoria, dificultad de concentración, cefalea, insomnio, ansiedad, depresión, irritabilidad, nerviosismo, disminución de la libido, entre otros.
  1. A MEDIO PLAZO:
§  Síntomas urogenitales. Tras la menopausia los tejidos dependientes de estrógenos (mamas, útero, trompas de Falopio, ovarios, vagina, vulva y porción terminal de la uretra) se atrofian, aunque los síntomas varían de unas mujeres a otras. Los tejidos de estos órganos cuentan con receptores de estrógenos y se ha demostrado que el tamaño de estos tejidos aumenta con terapia estrogénica y en su ausencia se atrofian.
                  En conjunto, estos síntomas engloban el síndrome de deficiencia urogenital los cuales se pueden catalogar en 3 grupos:
-          Mucosa atrófica (sequedad vaginal, disuria, dispareunia, disfunción sexual femenina).
-          Infección urinaria recurrente.
-          Disfunción uretrovesical (incontinencia urinaria, urgencia miccional, polaquiuria nocturna).
§  Trastornos dermatológicos. Debido a la falta de estrógenos la piel se adelgaza y se vuelve más seca y escamosa, además es más sensible a cualquier golpe, apareciendo hematomas con gran facilidad; estos cambios son más evidentes a nivel facial. “El tratamiento hormonal sustitutivo incrementa el espesor y el contenido de colágeno de la piel”2.
  1. A LARGO PLAZO:
§  Enfermedad cardiovascular. Según el estudio Framingham no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a tensión arterial o en los niveles de glucemia en ayunas en personas de edad avanzada, en cambio, sí se demuestran diferencias entre sexos en cuanto a los niveles de colesterol total sérico, ya que antes de la menopausia, las mujeres presentan niveles menores que los hombres, pero dichos niveles aumentarán con el comienzo de la menopausia. Con ésta también aumenta el LDL-colesterol y los triglicéridos, mientras que disminuye el HDL-colesterol; todas estas alteraciones son debidas, una vez más, a la menor producción de estrógenos.
                   “La falta de estrógenos influye en la resistencia vascular periférica. Además produce un aumento en la capacidad de respuesta simpática, que afectará a la reabsorción de sodio, influyendo sobre la sensibilidad a la sal. Al faltar el efecto de los estrógenos, se reduce la depuración renal de sodio”3.
§  Osteoporosis. La pérdida de masa ósea aumenta tras la aparición de la menopausia. Aunque existe una disminución gradual de la densidad ósea en relación con la edad, el factor causal más importante de la osteoporosis posmenopáusica es la pérdida de estrógenos.
                   En la osteoporosis se produce un balance negativo entre los osteoclastos que destruyen el hueso y los osteoblastos que lo regeneran, predominando los primeros.
                   Las sustancias que forman parte de la regulación de este ciclo de destrucción-formación son la calcitonina,  la vitamina D y los estrógenos.